14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

La paz en abstinencia

Se disuelven los encantos de la paz. Mayor es la desolación cuando se rompe la conexión con el amor. Tierna está la celebración del día del beso. Un compositor español puso ese dulce depósito en los labios como una leyenda tantas veces cantada en aquellos tiempos penetraba en los labios de la pareja. La leyenda del beso no es ni remotamente cantada en esto tiempos. Leyendo al escritor Alejandro Tagliavini, recordé al célebre poeta Gustavo Adolfo Bécquer en este deseo: “Yo no sé qué te diera por un beso”.

Aprovecho la oportunidad para tenerlo como un símbolo de la paz de la delicia de concebirlo como un reflejo de la armonía esta vez agudizada por la crisis. El gozo de la vida escasea. La guerra ha oscurecido al paisaje de la felicidad por el distanciamiento de los seres humanos. Ahora deben de pensar con prioridad defensiva, con la meticulosidad en la actitud de saludarse con un beso por estar contaminado por la mortal posibilidad de ser coronado por un virus que al parecer tiene la pretensión de acabar con la humanidad viviente tal como lo expresa una campaña temible y terrible en los medios de comunicación. Yo soy uno de los que lamento la crisis en los escenarios pertinentes de la vida. Ya no es una leyenda. Puede ser otra cosa. Puede ser un asesino si es contaminado por el virus.

Faltaría mucho espacio para hacer una descripción exhaustiva de cada uno de los acaecimientos en el poco tiempo en que se suceden las coincidencias. El mundo se llena de muertos dándose la ilógica impresión de que morir está de moda. Prevalece una dosis millonaria en tragedias. Millones de muertos que son tratados como si tuvieran la equivalencia de ser millones de pesos. Víctimas de todas las edades, de todos los colores, de todos los tamaños. Se han juntado por múltiples razones. Siendo México, Colombia los más afectados. Agregándose con tono tristemente protagónico la pandemia. Insistimos en que no es posible hacer una descripción de cada una de las partes víctimas del dolor que de manera conservadora Rubén multiplica por tres, razón por la cual la mención es colectiva.

La violencia se ha confirmado en el reino del terror donde los políticos tienen su cuota de responsabilidad por ser también factores visibles del drama. La violencia se ha confirmado en ser la enemiga radical del sosiego. La sinrazón rompe los hilos de la filosofía.

Todo lo que es favorable o tiene indicios de positivismo se ha transformado en el antídoto de la lógica. El beso llegó a tener la triste categoría de ser factor negativo para la salud por ser motivo de contagio. Lo lamento en ocasión de celebrar su día.

El autor es periodista.

Opinión paz violencia
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí