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Saturno se come a sus hijos

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Terror

Es evidente que el régimen se está pudriendo por dentro. Como en la época francesa del terror, nadie está seguro de que pueda mantener su cabeza sobre los hombros por mucho que se declare “el más orteguista de los orteguistas”. Todos se vigilan unos a otros y basta que alguien haga una denuncia para que alguien pase de “leal” a “sospechoso” y de eso solo hay un paso para que dé con sus huesos en ese cadalso que se llama el Chipote. ¿Verdad Chino Enoc? ¿Roberto Larios? ¿Magistrada Ileana Pérez?

Saturno

Es Saturno comiéndose a sus hijos. En la mitología griega, Saturno como le llamaban los romanos, o Cronos, como lo bautizaron los griegos, fue advertido por una profecía que uno de sus hijos lo destronaría como él a su vez hizo con su padre, Urano. Para curarse en salud, Cronos (o Saturno) se fue comiendo a sus hijos tan pronto nacían. Pretendía con ello evitar la rebelión que tanto temía. Como las profecías son para cumplirse en la mitología, al final, Rea, esposa de Cronos, escondió a Zeus tras su nacimiento y burló a su esposo para criarlo. Zeus destronó a su padre.

Exilio

Por otro lado, los sandinistas están huyendo por miles del régimen que hasta hace poco defendían. Es un nuevo tipo de exilio. Salen escondidos por temor y aparecen principalmente en Estados Unidos, declarándose opositores o perseguidos políticos. Es un drenaje silencioso, solo muy de vez en cuando visible por las publicaciones de algunos opositores que los exponen en redes sociales con fotos rojinegras o paramilitares y el infaltable texto: “Miren quién está aquí pidiendo asilo político…”

Opciones

Frente a este escenario, caben básicamente tres posiciones para los opositores. Uno, se quedan viendo desde la gradería a esperar lo que resulte. Ojo, que no será esta la primera crisis interna que Daniel Ortega enfrenta y logra aplacar con represión y mañas. Dos, estimulan las deserciones abriéndoles las puertas a los inconformes. O tres, aprovechan la salida de los opresores para agarrarlos a pedradas tan pronto crucen la frontera y se usa la caída en desgracia de los otros para cantarles: “¡Mal paga el diablo a quien bien le sirve!”

Paradoja

La gran paradoja de la represión es que los reprimidos terminan defendiendo a los represores cuando la maquinaria de la represión también los alcanza a ellos. Ellos persiguieron a los defensores de derechos humanos por defender a los opositores perseguidos. También a los periodistas por informar lo que ellos quieren ocultar. A los médicos por sanar a quienes ellos hirieron, a los curas por reclamar vivir en paz y libertad, y a los abogados por defender inocentes, entre otros. Y son estos perseguidos y reprimidos quienes ahora pedirán que se les respeten sus derechos humanos, los que informarán sobre su situación y defenderán de los abusos. Es que defender derechos, informar y reclamar libertades no es un asunto de equipos, es de principios. Y esa es la gran diferencia entre unos y otros.

Voltaire

El espíritu, para que se entienda mejor, es similar a aquella frase que se le atribuye a Voltaire, escritor y filósofo francés, y uno de los principales representantes de la Ilustración: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

Virulencia

Yo entiendo a quienes optan por quedarse “desde palco” viendo lo que sucede con el régimen. Entiendo a quienes celebran la caída en desgracia de personas que han causado tanto dolor. Pero no logro entender a aquellos que diciéndose opositores se molestan, se muestran furiosos, cuando un orteguista deja a Ortega. Voy a poner un solo ejemplo de muchos. La virulencia con que unos atacan a Arturo McFields ahora que abandonó a la dictadura, nunca la tuvieron para atacarlo cuando McFields la defendía. Entonces, ¿prefieren a los sandinistas defendiendo a la dictadura o desertando de ella?

Cambios

Tenemos que entender que los conflictos internos que vive el régimen son parte de su proceso de descomposición. Que no es cierto que por tener las armas y usarlas con total falta de escrúpulos está en control de todo. Que el barco de la dictadura hace aguas por varios hoyos y que eso traerá necesariamente cambios. Para bien o para mal, pero cambios. Que el terror que están imprimiendo en sus propias filas solo es Saturno comiéndose a sus propios hijos por temor a la profecía. La dictadura tiene que caer.

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