CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.China
Cuando Daniel Ortega le dio una patada en el trasero a Taiwán en diciembre del año pasado, uno pensaba que ya tenía su “trompo enrollado” con China. Vimos a la dictadura arrodillarse para rezar la letanía que exige China a cada nuevo vasallo: “Solo hay una China en el mundo. Tanto el continente como Taiwán pertenecen a una sola China. La soberanía y la integridad territorial de China no admiten división…” Pero, casi un año después, China ni los huesos le ha tirado.
Coyote
Cuando me metí a estudiar a Daniel Ortega para escribir el libro El Preso 198, una de las constantes que encontré en su vida es que desde siempre está convencido de que “alguien” tiene que pagar sus cuentas. Es un coyote profesional, dirían en mi barrio. Solo un día, de sus 77 años, ha tenido un trabajo, tal como usted y yo los conocemos. A pesar de eso ha manejado millonadas en sus manos y es, sino el más, uno de los hombres más rico de Nicaragua. De chavalo vivió de los asaltos a los bancos, luego de la cooperación soviética, de Gadafi, de Venezuela, y ahora anda enamorando a rusos y chinos, quienes ni lo aceptan como uno más ni le sirven como necesita. Solo lo usan.
Taiwán
Taiwán es aquel amante que paga para que simulen quererlo, aunque lo traten de la patada. Técnicamente Taiwán no necesita de Nicaragua para su vida. Lo único que necesita es que lo reconozca como el país que quiere ser. Y para eso compra votos con su generosa cooperación. Todavía tengo la imagen de Arnoldo Alemán abanicándose con los cheques taiwaneses y, cuando nadie quería salir en la foto con Daniel Ortega por indeseable, ahí andaba el embajador Jaime Chin-Mu Wu inaugurando proyectos y entregado cheques para comprar el cariño de la dictadura.
Desbalance
Volvamos a China. Pues, luego de romper con su generoso amante, no vino la lluvia de yuanes que esperaba, por aquello de que Ortega no afloja una rama mientras no está agarrado de otra. Entre enero y julio de este año, Nicaragua le vendió a China productos por un valor de 30 millones de dólares y China le vendió a Nicaragua 450 millones. ¡Hay algo aquí que no cuadra! Para que se den una idea, en ese mismo periodo Nicaragua le vendió a Estados Unidos productos por el orden de los 4,700 millones de dólares y le compró 1,500 millones de dólares. Definitivamente, si China va a ser el gran socio que sustituirá a Estados Unidos, algo aquí no cuadra en los cálculos de la dictadura.
Estados Unidos
Y aquí no es asunto de ideologías. Más allá del discurso vacío de siempre, Daniel Ortega está dispuesto a vender su dictadura a quien quiera comprársela. ¿Acaso no se acuerdan cuando quiso jugar el papel de hijo obediente de Estados Unidos? Convirtió a Nicaragua en un gran tapón para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, y se ufanaba de ser el muro de contención de la droga que va para el país norteamericano. Si al final se peleó, es porque no lo dejaron hacer la dictadura como a él le gusta. Pero de que quiso, quiso.
Rusia
Y con Rusia le ha ido peor. Con la invasión a Ucrania, Rusia puso en evidencia que es un tigre de papel. Si con China, Nicaragua entrega más dinero del que recibe, con Rusia ha agarrado más color que prestigio o acuerpamiento. La relación con Rusia le está saliendo cara porque Estados Unidos la ve como una amenaza. Si a Rusia la invasión a Ucrania le hubiese salido como la campaña que hizo en Crimea, otro asunto sería. Pero, en Ucrania, Rusia ha recibido más que dar palos. Y de paso algo de esos palos le está llegando a Ortega.
Malas compañías
Ortega apostó a las malas compañías y le ha ido mal. No solo no le han dado la protección y el dinero que él esperaba, sino que le están costando dinero y sanciones. Para su desgracia, depende del dinero que llega desde Estados Unidos, y en la medida que le vayan cerrando esos grifos lo veremos buscar una salida, ya sea negociada o como ha hecho en otras ocasiones, buscando a otro postor al que pueda vender sus servicios.