Bernardo Abán Tercero no es el único reo nicaragüenses en Estados Unidos (EE. UU.) sentenciado a la pena de muerte. Los hermanos Dennis y Douglas Escobar Blanco también llevan más de veinte años condenados a la también llamada pena capital, por el asesinato de un policía en 1988.
La sentencia de los hermanos Escobar, conocidos como “Los Lobitos” en la colonia Centroamérica de Managua, se dictó en 1991, pero los procesos de apelación han retrasado fijar la fecha de la ejecución.
Bernardo Tercero fue condenado por asesinar a un hombre durante un asalto en 1997, la ejecución de su condena está fijada para el próximo 26 de agosto.
Sin embargo, la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, asegura que luchará para evitar el cumplimiento de lo que considera una violación a los derechos humanos, tanto en el caso de Tercero y los hermanos Escobar, pero también toda condena de muerte.
Entre las gestiones del Cenidh está el envío de una carta al papa Francisco, a través del cardenal Leopoldo José Brenes, cuando fue a Roma (Italia) para recibir su investidura, en febrero de 2014. En la misiva le pedían al papa intervenir por la vida de Tercero.
Este organismo también ha dirigido cartas, con la misma solicitud, al secretario de Estado de EE. UU., John Kerry; a la Embajada norteamericana en Managua; al Departamento de Estado de EE. UU.; al gobernador del Estado norteamericano de Texas, pero en ninguno de estos casos han tenido respuesta.
Para el diputado Carlos Emilio López la pena de muerte es “una sanción de siglos atrás que tiene que ver con la Ley del Talión: ojo por ojo y diente por diente”. También considera que cuando un Estado aplica esta sanción “se convierte en violador de los derechos humanos”.
En las Américas solo Guatemala y Estados Unidos mantienen vigente esta sanción y en particular Norteamérica la aplica con más frecuencia, pese a recibir fuertes llamados del Consejo de Derechos Humanos, de Amnistía Internacional y de otros organismos de defensa.
La pena capital en EE. UU. es legal en 31 estados y a nivel federal en los sistemas legales civiles y militares. Su aplicación está limitada por la Octava Enmienda a la Constitución “a homicidios agravados por adultos mentalmente competentes”.
En 2010, 39 presos fueron ejecutados en los Estados Unidos y 3,108 estaban en el corredor de la muerte, entre ellos los tres nicaragüenses. El Estado de Texas, donde está condenado Tercero, ha llevado a cabo el mayor número de ejecuciones.
SOBRE NICARAGUA
Nicaragua es suscriptora de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención contra la Tortura, los cuales son tratados que establecen que no debe existir pena de muerte.
“Los tratados internacionales de derechos humanos apuntan hacia la humanización del derecho en general y la humanización del derecho penal en particular”, explicó el diputado López.
En Nicaragua la pena de muerte fue legalmente abolida por decreto de la Junta de Gobierno en 1979. La directora del Cenidh explicó que aunque antes de ese tiempo la pena estaba establecida en la Constitución y en el Código Penal para determinados delitos, no se aplicaba.
OTROS MOTIVOS DE MUERTE
Según el más reciente Informe del estado de la Homofobia, realizado por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), países como Irán, Mauritania, Arabia Saudí, Sudán, Uganda y Yemen castigan la homosexualidad con la pena de muerte. Al igual que algunas regiones de Somalia y Nigeria.
América Latina no se salva de la homofobia, en esta región la lista de países que penalizan a los homosexuales incluye a Barbados, Belice, Granada, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago.
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