14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Los cambios que hacen historia

El mundo se plagia. Se copia a sí mismo y repite las mismas historias con diferentes protagonistas. Es así como supera su aburrimiento. Es así, con un retorcido sentido del humor, como crea situaciones que pongan a prueba el espíritu humano. Así es como califica las aspiraciones de poder. Las 12 pruebas olímpicas de un ser que ya ha visto las mejores y peores presentaciones. Ahora, sumido de nuevo en su aburrimiento, está moviendo las placas tectónicas de la crónica humana para dejar espacio al brote de los cambios. Los verdes retoños de la evolución crecen regados con la saliva y la tinta de aquellos que los recuerdan.

El masivo ser etéreo que camina a través de la línea del relato está movido por las decisiones de los que sufren su yugo. Los obstáculos no son aleatorios ni están escogidos al azar. Las pruebas se colocan con propósito. Aquellos que salen victoriosos dejan su firma a futuro. Los que son derrotados recuerdan con amargura las equivocaciones que los llevaron hasta ahí.

Ahora vemos una nueva prueba ponerse frente al crucero del hombre. Un iceberg que corta el camino. Una nueva crisis de poder que dejará su sello en las páginas del mundo. La repetición de un error. Pero la pregunta que surge ahora es ¿acaso lo es?

Estados Unidos (EE. UU.) o alguna potencia económica abandona a un país devastado por la guerra civil después de pasar más de 20 años tratando de pacificar la zona. La corrupción del debilitado gobierno y el ímpetu de los guerrilleros hacen imposible la difícil tarea. El ejército no ve otra opción que retirar a sus fuerzas para aliviar la sangría masiva de fondos a una misión que es imposible de resolver. Una vez realizado el repliegue, el Estado no tarda en caer bajo el peso de la moral del grupo armado. El país queda roto y con un problema de administración por años.

Este párrafo podría representar a la perfección la segunda mitad del siglo XX, pero es una pequeña crónica de la semana pasada. De la rapidez de la derrota del gobierno afgano frente al poderío militar talibán y del futuro que tendrá Afganistán. Con el pequeño detalle que, lo más posible, los interesados en llegar a esta zona hayan entendido los requisitos de entrada a esta inhóspita región. ¿Serán capaces de reconocer que el desierto afgano es el cementerio de los imperios?

Estos son los cambios que hacen historia. Esta situación creará más caos en el delicado equilibrio de la geopolítica que los casi dos años de pandemia o la crisis económica. ¿Qué sucederá una vez caiga Kabul? Veremos una crisis humanitaria que azote Europa, similar a la que pasó cuando ISIS entró en ciudades sirias. Miles de refugiados huyendo de la opresión talibana, de la cultura pastún por rencillas milenarias o la miseria que trae ser del bando perdedor.

En este momento toca esperar y ver quién será la próxima víctima de los sueños de conquistar una tierra irreductible. Ahora que se retiraron los EE. UU. y sus aliados queda ese nicho a ser explotado. Son, por el momento, dos que tienen en la mira al cascarón que es Afganistán: China e Irán. China, que ha visto sus campañas en el sudeste asiático beneficiarse de la sumisa política occidental, parece olvidar la historia del país oriental con la URSS, que también tuvo que sacar a sus tropas por el alto coste que resulta luchar en esa zona. Su avance tecnológico y económico le ayudarán en poco si desea incursionar ahí. Irán lo tiene más complicado por una razón de mayor envergadura, la religión. Irán tiene una mayoría chií y Afganistán es mayoría sunita. El choque cultural dificultará la entrada de fuerzas iraníes a suelo afgano. Pero la crónica continúa y los cambios necesitan hacerse, la historia está a la espera del próximo paso.

El autor es escritor panameño.

Opinión Afganistán cambios Estados Unidos iraníes
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí