El racismo institucional que atacó al inmigrante con deportación, separación familiar y un muro de vergüenza en la frontera sur, así como al ciudadano de color con persecución política y supresión de protestas pacíficas
Cartas al Director
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Ojalá lográramos que el mes de diciembre no sea un mes de agitación y consumismo, sino de sosiego interior, vida familiar y espiritualidad
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Un país en vías de desarrollo (y hay que distinguirlo de un país subdesarrollado), su índice de desarrollo humano debe superar el 0.800. Este índice se determina según datos sobre renta per cápita, expectativa de vida y educación
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El femicidio tiene que ser duramente castigado. Muchos casos desfilan por los tribunales de la justicia ordinaria y al final nada se logra y vemos que el autor de un crimen anda tranquilo por las calles, burlándose de las leyes.
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Las montañas de Nicaragua no cesan de sufrir, primero la guardia somocista asesinaba sin piedad a nuestros campesinos, el terror era tan grande que la gente abandonaba sus tierras
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Se ha venido observando con preocupación la tendencia a formar grupos, movimientos y hasta partidos llamando a la unidad para vencer esta dictadura, pero nadie habla de un plan o programa serio
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Mario ejerció su profesión de abogado y notario con pulcritud y honestidad, pero entre la elaboración de escritos jurídicos y la redacción de instrumentos notariales, encontró tiempo e inspiración para escribir poemas.
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Quien se encuentra en autoridad o eminencia e inventa una situación o elabora un ardid para lograr un propósito es culpable de fraude
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Los demócratas que aún quedan en el país no salieron a perder su tiempo en las elecciones pasadas y parece que no lo harán en el futuro porque no quieren ser cómplices de esas farsas electorales
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El buen maestro se preocupa para que el alumno enriquezca su lexicón, algo que hoy en día motiva angustia debido a que hay tantos bachilleres y universitarios que su nomenclatura es realmente vergonzosa.
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El diálogo propuesto por la Conferencia Episcopal es la mejor muestra del deseo de solucionar nuestros problemas aquí mismo, pero Ortega calla