Bibliotecóloga, ensayista, activista cultural y social, Meneses entra por la puerta grande del llamado Coro de voces femeninas de la poesía de mujeres nicaragüenses, suscritas en los años setenta, con Michéle Najlis, Rosario Murillo, Gioconda Belli con su erotismo, sumándose las poetas pioneras, María Teresa Sánchez y Mariana Sansón, entre otras
Soy quien soy
Tres generaciones de poetas, “Los Brooks” se unen para cantarle a Bluefields en un solo coro, a través de sus versos descubrimos la magia de la ciudad, el amor y la mujer
El notable indigenista nicaragüense, Alejandro Dávila Bolaños, consideraba a los pobladores de nuestra Costa Caribe, los matagalpas y los ramas como el “sustratum étnico” de Nicaragua, es decir, como lo más antiguo y autóctono.
Debo reconocer que el cierre de mi año 2009, fue excelente. No pudo ser mejor con una visita a Bluefields y el encontrarme con los hermanos poetas de esa región, el poder compartir en un recital poético, los performances, la música del lugar y los versos que brotaron en uno de los auditorios de la Bluefields Indian & Caribbean University (BICU).
RON! Pero no de kusuza
Lija! Ni guarón.
DON! Pero no de mister
Ni Señor.
Ayer, hoy, mañana, siempre,
Nuestras voces lo gritarán por todas partes.
Esperar que esté el café.
Esperar a un amor que no viene.
Esperar hasta mañana,
esperar el mañana
que se ve nublado.
Esperar a que se termine la guerra,
que baje el precio de la gasolina.
Esperar a que otra guerra empiece,
esperar y rezar por la paz.
Una tibia noche de mayo
con masajes de brisa caribe
en antojadizo y caprichoso vaivén
las palmeras, caimitos y frutas de pan
irradian escarchas serenas
tranquilas
displicentes
saludando.
Una muestra de las historias mágicas de la zona Caribe nicaragüense que reúne ese sentido étnico y único que la costa arrastra con sus personajes de antaño que se vuelven leyenda y mito
