Muy lamentable lo sucedido recientemente en Newtown, donde un joven, probablemente alienado, de solo 20 años asesinó a veinte escolares, párvulos de entre 6 y 7 años de edad, y donde acribilló igualmente a balazos a seis adultos, cometiendo después suicidio. Se dice que también mató, previo al ataque escolar, a su propia madre, a la que le dio cuatro balazos en la cabeza. Algo espeluznante, que solo se ve en las películas de terror. El mundo y la sociedad norteamericana se han solidarizado con los padres de familia, para quienes el dolor apenas empieza, ante la ausencia de sus niños, a quienes se les coartó el derecho inalienable de vivir y buscar su felicidad.